"Narra la aventura de un grupo de ranas que paseaban por el bosque y de pronto dos de ellas cae en un hoyo profundo
Las ranas amigas cuando vieron la profundidad del hoyo, dijeron a las ranas que dejaran de sufrir y que se dieran por muertas.
Las dos ranas hicieron caso omiso a los comentarios de las demás y siguieron tratando de saltar del agujero, insistentemente y con todas sus fuerzas. No obstante una de ellas puso atención a lo que las otras ranas en superficie decían, se rindió y se dejo morir.
Pero la otra ranita no quiso morir, con coraje y perseverancia continuó saltando hasta salir del hoyo.
Cuando salió las otras le preguntaron: No escuchaste lo que te gritábamos?
La accidentada rana le respondió que era sorda, pensando que las demás la estaban animando para salir.
Moraleja de la Fábula:
Las palabras tienen un gran poder, pueden animar o pueden ser mortíferas, para quien la escucha y para quien la recibe.
Las palabras pueden ser devastadoras o procurar aliento, dependerá de nosotros cuáles escogeremos para comunicarnos.
Son el reflejo de los pensamientos y sentimientos, las personas no escuchan solamente lo que decimos, sino como lo decimos. Valoran como se sienten cuando oyen lo que comunicamos y con que espíritu lo hacemos".
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