domingo, 29 de mayo de 2016

Las palabras dichas sin reflexión ocasionan un daño innecesario a la persona deprimida.









Es cierto, la palabra puede hacer daño buscando lo contrario: ayudar, aliviar, apoyar a la persona que te necesita. Se puede hacer daño con un poema, con una oda, con una palabra innecesaria en una frase hermosa y consoladora. El lenguaje libera pero también puede encadenar: a las personas que lo utilizan y también a las receptoras del mensaje. Siempre tendemos a situarnos en el centro del Universo, y todo lo que nos rodea brilla por nuestra cercanía. Somos capaces de aliviar a una persona que padece y hacemos lo contrario: la hundimos aún más. Hay que ser positivo, erigir frases que apoyen sin derribar las últimas defensas. No afirmar que en el mundo siempre habrá alguien en peor situación que tú. esto no consuela. No estamos compitiendo por saber quién es más o menos afortunado, quién está más o menos deprimido. 
Ninguna palabra es fea si busca ayudar. Sin embargo, hay que saber situarla en el contexto, en el diálogo, en la búsqueda de soluciones. No hablar por hablar, no afirmar que no se entiende la razón de una depresión si la persona que la padece no tiene motivos para ello. El mundo no es unidimensional, las personas son ricas en virtudes, contradicciones, sentimientos. Un mismo hecho puede hundir o levantar la moral. Solo basta que el destino elija a la persona adecuada.
Aquí dejo ejemplos de irreflexión que pueden ser una pesada losa sobre la persona a la que se está intentado apoyar en el sufrimiento

1. Yo estoy aquí para ti. Lo que hay que decir: Tú no está solo en esto. 
Lo que NO debes decir: Siempre hay alguien peor que tú. 

2. Tú importas. Lo que hay que decir: Tú eres importante para mí. 
Lo que NO debes decir: Nadie dijo que la vida era justa. 

3. Deja que te ayude. Lo que hay que decir: ¿Quieres un abrazo? 
Lo que NO debes decir: Deja de sentir lástima por ti mismo. 

4. La depresión es real. Lo que hay que decir: No te estás volviendo loco. 
Lo que NO debes decir: Así que estás deprimido... ¿No lo estás siempre? 

5. Hay esperanza. Lo que hay que decir: No podemos vernos según los otros pero podemos vernos los unos a los otros. 
Lo que NO debes decir: Trata de no estar tan deprimido. 

6. Puedes sobreponerte a esto. Lo que hay que decir: Cuando todo esto acabe, todavía estaré aquí y tú, también. 
Lo que NO debes decir: Es tu propia culpa. 

7. Voy a hacer mi mejor esfuerzo para entender 
Lo que hay que decir: Realmente no puedo entender lo que estás sintiendo, pero puedo ofrecerte mis mejores sentimientos. 
Lo que NO debes decir: Créeme, sé cómo te sientes. He estado deprimido una vez durante varios días. 

8. Tú no me vas a alejar. Lo que hay que decir: Yo no te voy a dejar o abandonar. 
Lo que NO debes decir: Creo que la depresión es una forma de castigarnos. 

9. Me preocupo por ti. Lo que hay que decir: Te quiero. (Dilo sólo si lo dices en serio.) 
Lo que NO debes decir: ¿No te has cansado todavía de todo esto de "yo, yo, yo"? 

10. Vamos a salir de esto juntos. Lo que hay que decir: Siento mucho que te duela tanto. No voy a dejarte. Voy a cuidar de mí mismo, así que no tienes que preocuparte de que tu dolor pueda hacerme daño. 
Lo que NO debes decir: ¿Has intentado con el té de manzanilla?
 





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